domingo, 5 de diciembre de 2010

Astor Piazzolla

Astor Pantaleón Piazzolla (Mar del Plata, 11 de marzo de 1921 - Buenos Aires, 4 de julio de 1992) fue un bandoneonista y compositor argentino.

Según muchos especialistas, fue uno de los músicos de tango más importantes de la segunda mitad del siglo XX.[1] [2] Estudió armonía y música clásica y contemporánea con la compositora y directora de orquesta francesa Nadia Boulanger (1887-1979). En su juventud tocó y realizó arreglos orquestales para el bandoneonista, compositor y director Aníbal Troilo. Cuando comenzó a hacer innovaciones en el tango (en lo que respecta a ritmo, timbres y armonía) fue muy criticado por los tangueros de la «Guardia Vieja» (ortodoxos en cuanto a ritmo, melodía y orquestación). En los años posteriores sería reivindicado por intelectuales y músicos de rock.

Cuando en los años cincuenta y sesenta los tangueros ortodoxos —que lo consideraban «el asesino del tango»— decretaron que sus composiciones no eran tango, Piazzolla respondió con una nueva definición: «Es música contemporánea de Buenos Aires».[3] [4] Sus obras no eran difundidas por las estaciones radiodifusoras y los comentaristas seguían atacando su arte. Los sellos discográficos no se atrevían a editarla. Lo consideraron un snob irrespetuoso que componía música híbrida, con exabruptos de armonía disonante.
Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos.
Astor Piazzolla, revista Antena, Buenos Aires, 1954.

Entre los músicos contemporáneos a quienes admiraba profundamente se encuentran Alfredo Gobbi y, fundamentalmente, Osvaldo Pugliese. Este último con sus composiciones Negracha, Malandraca y La yumba se adelantó a lo que Piazzolla luego realizó como músico. Básicamente en la música de Piazzolla la marcación rítmica está basada en el tango Negracha (de Pugliese) compuesto en 1943 y grabado en 1948.

Siempre hubo entre Osvaldo Pugliese y Piazzolla una relación de respeto y admiración mutua.[5] Pugliese hizo versiones de tangos de Piazzolla como: El cielo en las manos en 1951, Marrón y azul en 1956, Nonino entre 1961 y 1962, Verano porteño en 1965, Balada para un loco en 1970 y Zum en 1976. Piazzolla grabó de Pugliese: Recuerdo en 1966 y Negracha en 1956. Compartieron un recital juntos en el teatro Carré de Ámsterdam, Holanda, el 29 de junio de 1989. Cerraron el recital tocando juntos sus éxitos más populares: La yumba y Adiós Nonino. Ambos en una entrevista previa manifestaron su admiración y respeto mutuos y lamentaron el hecho que este recital no se realizase en Argentina.[5

Astor Piazzolla

Astor Pantaleón Piazzolla (Mar del Plata, 11 de marzo de 1921 - Buenos Aires, 4 de julio de 1992) fue un bandoneonista y compositor argentino.

Según muchos especialistas, fue uno de los músicos de tango más importantes de la segunda mitad del siglo XX.[1] [2] Estudió armonía y música clásica y contemporánea con la compositora y directora de orquesta francesa Nadia Boulanger (1887-1979). En su juventud tocó y realizó arreglos orquestales para el bandoneonista, compositor y director Aníbal Troilo. Cuando comenzó a hacer innovaciones en el tango (en lo que respecta a ritmo, timbres y armonía) fue muy criticado por los tangueros de la «Guardia Vieja» (ortodoxos en cuanto a ritmo, melodía y orquestación). En los años posteriores sería reivindicado por intelectuales y músicos de rock.

Cuando en los años cincuenta y sesenta los tangueros ortodoxos —que lo consideraban «el asesino del tango»— decretaron que sus composiciones no eran tango, Piazzolla respondió con una nueva definición: «Es música contemporánea de Buenos Aires».[3] [4] Sus obras no eran difundidas por las estaciones radiodifusoras y los comentaristas seguían atacando su arte. Los sellos discográficos no se atrevían a editarla. Lo consideraron un snob irrespetuoso que componía música híbrida, con exabruptos de armonía disonante.
Sí, es cierto, soy un enemigo del tango; pero del tango como ellos lo entienden. Ellos siguen creyendo en el compadrito, yo no. Creen en el farolito, yo no. Si todo ha cambiado, también debe cambiar la música de Buenos Aires. Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás. Yo voy a seguir adelante, a pesar de ellos.
Astor Piazzolla, revista Antena, Buenos Aires, 1954.

Entre los músicos contemporáneos a quienes admiraba profundamente se encuentran Alfredo Gobbi y, fundamentalmente, Osvaldo Pugliese. Este último con sus composiciones Negracha, Malandraca y La yumba se adelantó a lo que Piazzolla luego realizó como músico. Básicamente en la música de Piazzolla la marcación rítmica está basada en el tango Negracha (de Pugliese) compuesto en 1943 y grabado en 1948.

Siempre hubo entre Osvaldo Pugliese y Piazzolla una relación de respeto y admiración mutua.[5] Pugliese hizo versiones de tangos de Piazzolla como: El cielo en las manos en 1951, Marrón y azul en 1956, Nonino entre 1961 y 1962, Verano porteño en 1965, Balada para un loco en 1970 y Zum en 1976. Piazzolla grabó de Pugliese: Recuerdo en 1966 y Negracha en 1956. Compartieron un recital juntos en el teatro Carré de Ámsterdam, Holanda, el 29 de junio de 1989. Cerraron el recital tocando juntos sus éxitos más populares: La yumba y Adiós Nonino. Ambos en una entrevista previa manifestaron su admiración y respeto mutuos y lamentaron el hecho que este recital no se realizase en Argentina.[5

historia del tango

El tango es la danza de la carne, del deseo, de los cuerpos entrelazados. Es un diálogo nuevo, la seducción hecha movimiento, el ir y venir, encuentro de dos mundos. Es un baile exhibicionista, estéticamente bello, y ronda sin temores el universo de lo lúdico. La pareja de baile roza sus zapatos entre sensuales caricias mientras el atónito espectador ocasional, eterno voyeur, se fascina y deslumbra con el ardor del tácito romance entre los bailarines de turno...





Originariamente, el tango nace a fines del siglo XIX de una mezcla de varios ritmos provenientes de los suburbios de Buenos Aires. Estuvo asociado desde un principio con burdeles y cabarets, ámbito de contención de una población inmigrante netamente masculina. Debido a que solo las prostitutas aceptarían dicho baile, en sus comienzos era común que el tango se bailara por una pareja de hombres.

Pero el tango como danza no se limitó a las zonas bajas o a sus ambientes cercanos. Se extendió también a los barrios proletarios y empezó a ganar aceptación "en las mejores familias", sobretodo después que el baile tuvo éxito en Europa.

La melodía provenía de flauta, violín y guitarra. Posteriormente, la flauta fue reemplazada por el "bandoneón". Los inmigrantes contribuyeron añadiendo aires de nostalgia a las canciones y de ese modo el tango se fue desarrollando y adquiriendo un sabor único.

Carlos Gardel fue el creador del tango-canción. Fallecido en 1935 a los 45 años en un accidente aéreo, fue el gran divulgador del tango en el extranjero. En los 60, en cambio, el genero fue ignorado fuera de la Argentina. Resurgió renovado por Astor Piazzolla, quien le dió una nueva perspectiva, rompiendo con los esquemas del tango clásico.

Hoy el tango está más vivo que nunca, no como el fenómeno de masas que lo engendró, sino como incuestionable elemento identificatorio del alma porteña y en permanentes evocaciones desparramadas por todo Buenos Aires.

Cambalache Carlos Gardel

"Zita" Escolaso Guitarra Tango Trio

Seleccion de piezas de Piazzolla

Tango en skai